[ Pobierz całość w formacie PDF ]
político, 3 de cada 50 mil tienen oportunidad de salir a un concierto una vez al año y el 60% de
los guatemaltecos no podrán leer un libro en su propio idioma. Entre 1989 y 1998, el número de
personas que viven en extrema pobreza se elevó en 500 mil personas. En los últimos 20 años la
posibilidad de acceder a un pedazo de tierra disminuyó del 61% al 49% para los campesinos
mayas y ladinos, en el mismo periodo las tierras arrendadas aumentaron del 8% al 17% y la
proletarización de los trabajadores del campo del 22% al 33%. La tierra continúa mal
distribuida, en un país eminentemente agrícola el 15% de la población posee el 85% de la tierra
en grandes latifundios.
Hace poco tiempo, saltaba a la prensa internacional la noticia de que la compañía frutera
estadounidense Dole (descendiente directa de la UFCO) impone a los trabajadores
guatemaltecos unas condiciones laborales leoninas (es de suponer que no serán muy diferentes
a las del resto de los trabajadores de campo de los 90 países en los que opera). En el caso de
Guatemala, la Dole lo hace a través de su filial la Corporación Bananera (COBSA), y su
57
política de empresa consiste en no contratar a trabajadores sindicados, ignorar todo tipo de
medidas de seguridad e higiene en el trabajo y todo ello por un salario de 0,63 centavos de
dólar a la hora (unas 4.000 pts. a la semana). Los patronos siguen organizando "guardias
blancas" para atemorizar a quienes se organizan sindicalmente. ¿No parece que ha cambiado
muy poco la situación para los trabajadores del campo?
M.P: En lugar de mejorar, ha empeorado. La pobreza viene en incremento y en la actualidad
están despidiendo a una gran cantidad de trabajadores, especialmente a los que se han
organizado. Recientemente se ha desatado un conflicto grande en Bananera (municipio de
Izbal), en donde un montón de trabajadores han sido amenazados de muerte, incluso algunos de
los lideres sindicales han tenido que salir al exilio. Hasta el momento no ha muerto nadie, pero
no dudamos que la compañía actuará contra ellos.
Entre los trabajadores, los campesinos son los más perjudicados. Aunque el desempleo
general alcanza el 60%. El acuerdo de la situación agraria tampoco ha sido cumplido, diría que
es el que menos cumplimiento ha tenido de todos.
¿Qué se hace para solucionar esa problemática?
M.P: El cumplimiento de los acuerdos de paz permitiría la transformación de las estructuras
sobre las cuales se sostiene la injusticia y exclusión social. Pero al analizar los primeros cuatro
años de aplicación de los mismos, nos damos cuenta de que han sido cumplidos escasamente en
un 20% y que a lo largo de los últimos 15 meses, a partir del 14 de enero de 2000, se ha entrado
a un periodo de letargo, en donde el cumplimiento ha sido prácticamente cero.
Con el apoyo y aval de la comunidad internacional en diciembre de 2000, hubo necesidad de
recalendarizar su cumplimiento, en ese momento se abrieron nuevas expectativas y esperanzas,
pasados casi 5 meses desde aquel momento, la frustración ha vuelto. El gran problema es la
falta de interés en quienes poseen el poder político y la riqueza para llevar adelante la
transformación de éste país que durante tantas décadas ha sufrido. La debilidad financiera y
fiscal provocará a corto plazo la exclusión de Guatemala de la mayor parte de acciones que los
países desarrollados realizan a favor de las economías de los países subdesarrollados; Con suma
preocupación vemos como la corrupción viene en incremento día con día.
El Informe sobre Desarrollo Humano, alerta de que el PIB per cápita en Guatemala es
menor que hace 20 años y el salario medio no alcanza ni al 50% de la canasta básica
alimentaria. De entre los 174 países del mundo, Guatemala se encuentra en el puesto 117.
M.P: No hay ninguna expectativa de que esto mejore. Al contrario vamos de mal en peor.
Hace sólo 3 años, Guatemala se encontraba en el lugar 112 y en poco tiempo bajo al 117.
Creemos que continuará descendiendo, porque cada día hay mayor pobreza.
Uno de los mayores problemas que, a nivel social, sufre Guatemala es la situación de
desamparo en la que vive la infancia. Según la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado
de Guatemala (ODHAG), entre los años 1998-99, el 80% de los niños menores de cinco años
sufrían algún grado de desnutrición. La Encuesta Nacional de Salud, para el mismo periodo,
58
[ Pobierz całość w formacie PDF ]