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Buena posibilidad! Langley trató de pensar.
No era propio de Brannoch, que debera ser un realista cnico, creer que eso es lo que
hara al hombre espacial rendirse ante su magnimidad. O s que lo era? Algunos rasgos
de la naturaleza humana haban cambiado con el cambio total de la sociedad. Quizs un
terrestre de hoy reaccionase de ese modo.
Esperas de m que me sienta obligado con l? preguntó despacio.
No, seor. Por qu ibais a estarlo? Yo no soy ningn regalo costoso.
Langley ansió poseer su vieja pipa. Se tendra que encargar uno de estos das en
ordenar que se le preparase algo de tabaco cortado segn los viejos tiempos, pensó
vagamente; nadie, en aquella poca, fumaba pipa. Acarició el bronceado cabello de la
muchacha con una mano que la droga haba devuelto su tranquilidad.
Hblame de t misma, Marin dijo . Qu, clase de vida debes llevar?
Ella la describió, competentemente, sin rencor pero sin alegra. El centro no
concordaba con ninguna de las nociones preconcebidas de Langley. Lejos de ser un lugar
de lujuria, sonaba como un convento bastante liberal. All haba bosques y campos para
pasear entre las murallas; all se reciba una educación excelente; all no haba intentos
excepto para condicionar la aceptación de llegar a ser propiedad para coartar cada
personalidad de desarrollarse en su propio modo. Pero, claro, aquellas chicas estaban
destinadas a ser concubinas de alta categora, algo ms que sólo un cuerpo.
Con la languidez que le produjo el sedante, Langley apercibió que Marin podra serle
muy til. La hizo unas cuantas preguntas acerca de historia y de los acontecimientos
corrientes y ella le proporcionó inteligentes respuestas. Quizs su cultura podra ayudarle
a decidir qu es lo que tendra que hacer.
Marin preguntó ensoador , Has cabalgado alguna vez en un caballo?
No, seor. S pilotar un coche o un volador, pero jams mont ningn animal. Sera
gracioso probarlo ella sonrió completamente tranquila ya.
Mira dijo Langley , deja ese tratamiento de usted y no me vuelvas a llamar seor.
Mi nombre es Edward... para abreviar sólo Ed.
S, seor... Edward... frunció con una seriedad infantil . Tratar de recordar.
Perdóname si me olvido. Y en pblico ser mejor conservar las reglas ordinarias.
Est bien. Ahora... Langley no poda resistir aquellos claros ojos. Desvió la vista y
la clavó en la lluvia . Te gustarla ser libre?
Seor?
Ed, maldición! Supongo que puedo darte la libertad. No te gustara ser agente
libre?
Es... muy amable por su parte respondió ella despacio . Per...
Bien?
Pero qu podra hacer? Tendra que bajar al nivel ms bajo, llegar a ser la esposa
de un comunero o una sirvienta o una prostituta. No hay otra elección.
Bonito sistema. Aqu arriba, por lo menos estas protegida y entre tus iguales
intelectualmente hablando. Est bien, fue sólo una idea. Considrate parte de los
muebles.
Ella rió.
Eres... estupendo dijo . Tuve muchsima suerte.
Y un infierno que s. Mira, voy a mantenerte cerca porque no tengo corazón para
soltarte. Pero puede haber peligro. Estoy precisamente en el centro de un juego
interestelar de poker y... tratar de sacarte de debajo si las cosas se ponen mal, pero
puede que no lo consiga. Vine con sinceridad, puedes enfrentarte a la perspectiva de
que te maten O... o cualquier cosa as?
S, Langley. Me han adiestrado a poseer el hbito del valor fsico.
Yo deseara que no me hablases de ese modo dijo l con tristeza . Pero supongo
que no se puede evitar. La gente puede seguir siendo la misma en su interior, pero se
creen diferentes en la superficie. Bueno...
Cul es tu peligro, Edwy? Puedo ayudarte? ella le puso una mano en la rodilla.
Era una mano esbelta pero fuerte . Quiero ayudarte, de veras.
Ajaja sacudió la cabeza . No voy a decirte ms de lo que deba, porque si la gente
cree que sabes algo te convertirs en una apuesta del juego tambin. Tuvo que utilizar
la frase inglesa. Sólo el ajedrez haba sobrevivido a los juegos de su poca, pero la
muchacha se hizo una idea bastante apropiada del sentido . Y no trates de deducir
cosas, tampoco. Te lo aseguro, es peligroso.
No haba clculo en el modo en que ella se levantó y se apoyó sobre l y le acarició la
mejilla con una mano.
Lo siento susurró la joven . Tiene que ser terrible para ti.
Lo soportar. Continuemos con el viaje. Me gustas, pero ahora estoy bajo el efecto
de un sedante. Fue toda una impresión verte y durante algn tiempo no lograr
acostumbrarme. Mantente un poco al fondo, Marin; busca cobijo si empiezo a arrojarte
cosas. No trates de mostrarte simptica. Limtate a dejarme tranquilo. Entendido?
La chica asintió sin decir nada.
A pesar de la droga, su voz se hizo spera. Todava senta un cuchillo dentro de l.
Puedes dormir en esa habitación. Me gustas, pero no deseo tu rosado cuerpo. No...
del modo en que van las cosas.
Est bien contestó ella tranquila . Comprendo. Si cambias de idea, tambin lo
entender al cabo de un momento, aadió : Has de saber que si quieres puedes hacer
que me alteren mi aspecto fsico otra vez.
Langley no respondió, sino que se sentó maravillado. Era la respuesta lógica... No.
Siempre se acordara. No quera esconderse de un hecho cierto.
Sólo en su habitación, Langley se puso el pijama y se metió en la cama. Cerrando los
ojos, trató de evocar la imagen de Peggy. Ella haba muerto, se haba ido haca tanto
tiempo que su mismsima sangre estaba diseminada por toda una raza completa. Entraba
dentro de lo posible que todos a los que haba conocido, Chanthavar y Brannoch y Valti y
Marin y Yulien y los comuneros anónimos apiados en el nivel ms bajo, hubiesen
partido, fuesen descendientes, de una noche inolvidable con ella. Era un pensamiento
extrao. Se preguntó si se habra vuelto a casar; esperaba que s, esperaba que el
segundo marido hubiese sido un hombre bueno y que su vida hubiera transcurrido feliz,
pero no era probable. Peggy era de esa clase de mujeres que sólo se entregan una vez.
Trató de verla ante l pero era difcil conseguir una visión clara. Marin la borraba, ellas
eran como dos fotografas una de la otra y no completamente iguales, con los bordes
borrosos. La sonrisa de Peggy jams fue como la que acababa de ver ahora... o s?
Pudieron ser horas ms tarde cuando oyó una explosión.
Se sentó en el lecho, mirando a ciegas ante l. Aquello haba sido el estampido de un
detonador!
Otra detonación se oyó y unas botas taconearon sobre el suelo. Langley se puso en
pie. Fuerza armada... Un verdadero rapto esta vez, a pesar de todos los guardias! Otro
disparo de energa flameó en alguna parte fuera de la habitación y oyó un juramento
exclamado con una voz profunda.
Se agazapó contra la pared ms lejana, doblando los puos. No haba luces. Si iban
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